Cada familia empresaria tiene una identidad propia y genuina: es única.
Las familias empresarias se caracterizan por rasgos tan propios, específicos y diferenciales que no permiten decir: «una vez vista una, vistas todas». Nada más lejos de la realidad porque, en el ámbito de las familias empresarias, de realidades hay tantas como familias y empresas. Y lo que es conocer en profundidad, podríamos decir que una vez has conocido una familia empresaria, has conocido UNA y sólo UNA.
Sin embargo, tampoco es cierto que no haya rasgos comunes entre ellas, porque sí los hay -y muchos-. Son las que a Transmmission le permite identificar su expertisse. En todas ellas se mezclan valores emocionales clave como el cariño, el reconocimiento o el sentimiento de pertenencia; y valores materiales como el patrimonio, la sucesión y la propia empresa como estructura productiva, entre muchos otros. Lo que sucede es que, en el seno de cada grupo familiar, estas constantes se conjugan de formas muy diversas, estableciendo e instaurando dinámicas que conducen a modelos organizativos, relacionales y emocionales también muy distintos.